Tras 25 años trabajando con Rosa Lagarrigue, Sanz dio abruptamente por finalizada su relación laboral. Desde la oficina de Lagarrigue no quisieron hacer comentarios.
Cuentan las "malas lenguas" que la ruptura se concretó tras una auditoría en las cuentas del artista.
"Las cuentas no cerraban", repiten desde su entorno. "Sanz ordenó una auditoría y los resultados no debieron de gustarle porque la decisión fue fulminante", explicó una fuente cercana al español.
Alejandro Sánchez Pizarro -su nombre real- ya sufrió algunas "traiciones": en 2007, demandó a su ex mayordomo y a la mujer de éste por chantaje. Los antiguos empleados le exigían 500.000 dólares a cambio de no revelar a la prensa ciertos aspectos de su vida privada. Un año después, los ex empleados se declararon culpables y alcanzaron una acuerdo con la Fiscalía.
FUENTE: (http://www.contextotucuman.com/)
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